En los revestimientos, el tratamiento previo es determinante para la calidad y la durabilidad de estos. Prácticamente todos los procesos de revestimiento exigen un proceso de limpieza y desengrase exhaustivo. Para secar restos de disolventes y detergentes líquidos se emplea aire caliente. De esta forma las superficies quedan preparadas de forma rápida y fiable para el siguiente paso de trabajo. Durante el laminado se emplean pegamentos. Muchas veces es necesario calentar estos pegamentos para mejorar su capacidad de flujo. También hay pegamentos que necesitan ser activados antes del proceso de pegado. Ambos procesos se dejan realizar de maravilla con aire caliente.
Incluso los procesos que se realizan con posterioridad al propio revestimiento necesitan aire caliente. Hay varios sistemas de revestimiento que hay que dejar endurecer con calor. Con aire caliente se puede secar y asentar barnices.
Leister tiene la solución
Los sopladores de aire caliente y calentadores de aire de Leister le pueden ayudar en las tareas previas y posteriores que acompañan el proceso de revestimiento. La amplia selección de rendimiento permite elegir un equipamiento óptimo para su proceso.