En la soldadura de contornos, un rayo láser enfocado explora secuencialmente el cordón de soldadura y lo funde localmente.
Debido a las condiciones geométricas, el volumen de soldadura se mantiene bajo y se evita la posibilidad de que se produzca un escape de la masa fundida. El movimiento relativo se consigue moviendo el componente, el láser o una combinación de ambos.