Para prácticamente todos los procesos de recubrimiento, es necesario realizar una limpieza y un desengrase exhaustivos. Se puede utilizar aire caliente para secar los residuos de los agentes de limpieza y los disolventes líquidos, y de esta forma las superficies se preparan de forma rápida y confiable para el siguiente paso del proceso.
El aire caliente también se utiliza para los procesos que se llevan a cabo después de la operación de recubrimiento en cuestión. Por ejemplo, algunos sistemas de recubrimiento necesitan ser curados con calor mientras que el barniz se seca y cura utilizando aire caliente.
El recubrimiento por inmersión es un proceso estándar en las industrias textil y de papel. En este proceso a base de disolventes, se necesita secar por completo el tejido o el papel, lo cual es aún más eficiente gracias a los calentadores infrarrojos KRELUS. Estos calentadores aseguran una regulación del proceso que se puede reproducir y segura debido, en gran medida, a su excelente control y a sus cortos tiempos de reacción. Este paso del proceso también se logra al utilizar la radiación infrarroja en los recubrimientos que se polimerizan después del proceso de recubrimiento por inmersión.